THE BASIC PRINCIPLES OF VIERA VIDENTE

The Basic Principles Of viera vidente

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Si un pueblo recibiera su mitología en el curso de la historia –argumenta– resultaría que tendría una historia­ antes de tener una mitología. Pero generalmente ocurre lo contrario: no es por su historia que recibe la mitología, sino que es la mitología la que determina­ su historia o, mejor dicho, no la determina sino que constituye su destino.seven

La ascesis surrealista se mostró insuficiente para llegar al fin de la aventura, sus técnicas no poseían el rigor requerido y las mágicas linternas que debían iluminar la superrealidad se revelaron imperfectas y gastadas. El surrealismo se mostraba impotente por superar la primera ruptura con lo racional y lo reasonable.

Para los modelos del año pasado, el paso de Viera Forged a Viera Join y todos los contenidos actuales son las principales novedades.

El poeta “corresponde” a lo genuine en lo profundo de su interioridad. De allí, de ese subsuelo esencial e imprescriptible donde superviven las imágenes, los mitos y los símbolos de las teologías arcaicas, provienen las formas oscuras que substituyen a la percepción sensorial y estructuran fragmentos de la realidad plenos de relaciones significativas. El idioma de los signos y de las analogías es el idioma del espíritu común a la parte y al todo. Baudelaire ha intuido que el mundo físico no es más que una sección de otro mundo Substantiallyísimo más vasto y complejo que para nosotros permanece invisible. Es posible entonces obtener otras perspectivas, tornar a la psique diferente y comenzar a percibir analogías insospechadas. Las cosas separadas, sin conexiones aparentes, asumen de pronto agrupaciones distintas y se manifiestan en categorías enteramente nuevas.

El concepto trascendente e inmanente que cada una de ellas asigna a la Divinidad, engendra distintas actitudes.

Todo induce a creer que existe cierto punto del espíritu en el cual la vida y la muerte, lo actual y lo imaginario, lo pasa-do y lo futuro, lo comunicable y lo inco-municable, lo alto y lo bajo dejan de ser percibidos contradictoriamente.

Esa hora singular cobró extrema gravedad para Rilke cuando en 1911, frente al mar conturbado por una tormenta inminente, escuchó en la terraza del castillo de Duino, en Istria, una voz misteriosa que le dictaba­ el verso inicial de la primera Elegía:

“Los grandes, tanto en el bien como en el mal –escribe Machen–4 son los que abandonan las copias imperfectas y se dirigen a los originales perfectos… La ciencia del pecado sería querer tomar el cielo por asalto, penetrar de manera prohibida en otra esfera más alta. Esto explica que sea tan raro. En realidad, pocos hombres desean penetrar en otras esferas, sean altas o bajas, y de manera autorizada o prohibida. Hay pocos santos y los (verdaderos) pecadores son todavía más raros”.

La puerta es estrecha y angosto el ca-mino que conduce a la vida, y pocos son los que lo encuentran.

10. En nuestra decadente cultura ciudadana ocurre con el término “ensayista” igual que ha sucedido con el vocablo “filósofo”. Pero la naturaleza propia de ambos se distingue tanto por el género funcional controlado por los pares, viera vidente como por los fines a que tienden los autores, antes a los superiores que permiten crecer a la cultura que a los mediocres o subalternos, que buscan los intereses políticos o sociales en beneficio propio. 

Sólo puedes conocer a Dios, si tú eres Dios, si Dios está en ti. Tanto para el Misticismo como para la filosofía de la naturaleza y la “ciencia” romántica, conocer algo significa llegar a fusionarse con ese algo, siempre que lo conocido y el cognoscente sean de igual naturaleza y partes del mismo complejo essential. Sólo se aprehende el objeto en su ser verdadero cuando se intuye en él la misma vida que advertimos en la experiencia de nuestro propio “yo”.7 Los simples –pensaba Eckhart– imagi­nan que deberían ver a Dios, como si El estuviera allí y ellos aquí, pero en realidad, Dios y el hombre son Uno en el conocimiento.

El hombre se corresponde con el mundo y puede conocer conociéndose. El poeta intuye por la analogía la unidad espiritual del mundo y establece relaciones entre las cosas creando un método de conocimiento simbólico que es también el del ocultismo. La poesía es “una cosa y todas las cosas”, por eso el poeta “comprende la naturaleza mejor que el sabio” y puede llegar a conocer el program del universo: La character est un temple où des vivants piliers…

A la zaga de Herder y de Baader, Novalis ha poetizado esa intuición organológica y simbólica de la naturaleza. Si la esencia del Todo organizado ha sido inculcada en el hombre por el Creador, existe un grado determinado de interdependencia entre lo infinitamente pequeño, representado por el hombre, y la infinita grandeza del universo.

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